¿Qué razones aporta el autor para descartar la raza como el fundamento que asegura la permanencia de la unidad nacional?
Renan apunta un dato lógico para anular la raza como el fundamento de la unidad nacional, y es que no existe ni una sola sociedad en la que no haya existido una mezcla de razas. No obstante, si que acepta que el término raza pueda entenderse de forma más amplia, en un contexto antropológico o filosófico
¿Qué razones aporta el autor para descartar la lengua como el fundamento que asegura la permanencia de la unidad nacional?
En lo referente a la lengua, Renan sostiene que, si bien la lengua invita a reunirsen no fuerza a ello. Los Estados Unidos e Inglaterra o la América española y España hablan la misma lengua pero no forman una sola nación.
¿Qué razones aporta el autor para descartar la religión, los intereses y la geografía como fundamentos que aseguran la permanencia de la unidad nacional?
Renan sostiene que actualmente las religiones no son un factor de cohesión social, dada la pluralidad de credos existente en la mayoría de países, con lo cual, este factor también quedaría descartado como garante de la permanencia de la unidad nacional.
En cuanto a los intereses, afirma que aunque es, con seguridad, un lazo poderoso entre los hombres, no basta para producir una nación. La comunidad de intereses produce los tratados de comercio. Hay en la nacionalidad un lado sentimental; ella es alma y cuerpo a la vez; un Zollverein no es una patria.
Respecto a la geografía, lo que se llama las fronteras naturales, contribuye considerablemente por cierto en la división de las naciones. La geografía es uno de los factores esenciales de la historia. Los ríos han conducido a las razas; las montañas las han detenido. “[…] No, no es la tierra más que la raza lo que hace una nación. La tierra suministra el substrato, el campo de la lucha y del trabajo; el hombre suministra el alma. El hombre es todo en la formación de esta cosa sagrada que se llama un pueblo. Nada material basta para ello. Una nación es un principio espiritual, resultante de las complicaciones profundas de la historia, una familia espiritual, no un grupo determinado por la configuración del suelo”
¿Cuáles son, según el autor, “las dos cosas” que se necesitan para mantener unida una nación? ¿Cómo se combinan, según el autor, ambas cosas?
“Una nación es un alma, un principio espiritual”. Una nación es una gran solidaridad, constituida por el sentimiento de los sacrificios que se ha hecho y de aquellos que todavía se está dispuesto a hacer. Supone un pasado; sin embargo, se resume en el presente por un hecho tangible: el consentimiento, el deseo claramente expresado de continuar la vida común
¿Cuál es tu opinión al respecto? ¿Estás de acuerdo con el autor, o crees que hacen falta elementos culturales (una lengua común, por ejemplo, o costumbres compartidas, etc.) para garantizar la unidad de una nación?
Las naciones son creaciones artificiales del ser humano. Sin embargo, cumplen un papel fundamental, dado que han existido desde siempre. El hombre ha sentido la necesidad de reconocerse en un grupo social, ha creado banderas, establecido fronteras y sellado pactos con otros grupos. Desde el principio de la historia hasta hoy. Incluso en la creación fílmica y literaria encontramos estos grupos sociales diferenciados.
Sin embargo, una vez trascendida la frontera de la tribu y de la supervivencia en el neolítico, cuando empiezan a surgir las civilizaciones pre-clásicas y clásicas, el concepto de nación va cambiando sustancialmente y de forma continuada. Desde los sometimientos a los grandes imperios hasta la fragmentación en unidades menores y al posterior nacimiento de los Estados como hoy los conocemos.
Hasta hace relativamente poco, los estados no eran sino el cortijo del soberano de turno, y era la misma figura del monarca la que aglutinaba a la población y garantizaba la permanencia de la nación en el tiempo. Hoy día sin embargo, han desaparecido los grandes aglutinadores sociales.
A título personal, no soy capaz de concebir una nación que no tenga una cultura común, entiéndase como unas tradiciones, una lengua... Elementos de cohesión social. Sin embargo, la existencia de tales elementos, aunque pueda ser base para la existencia de una nación, no lo es, necesariamente, de la existencia de un Estado.
Que los individuos de una nación la perpetúen en el tiempo dependerá de la vinculación que tengan como grupo, por lo que la existencia de elementos comunes (repetimos, lengua, cultura... ) como los símbolos, ayudarán a la identificación del sujeto con el grupo, y, por consiguiente, a la unidad de la nación en el tiempo.
Renan apunta un dato lógico para anular la raza como el fundamento de la unidad nacional, y es que no existe ni una sola sociedad en la que no haya existido una mezcla de razas. No obstante, si que acepta que el término raza pueda entenderse de forma más amplia, en un contexto antropológico o filosófico
¿Qué razones aporta el autor para descartar la lengua como el fundamento que asegura la permanencia de la unidad nacional?
En lo referente a la lengua, Renan sostiene que, si bien la lengua invita a reunirsen no fuerza a ello. Los Estados Unidos e Inglaterra o la América española y España hablan la misma lengua pero no forman una sola nación.
¿Qué razones aporta el autor para descartar la religión, los intereses y la geografía como fundamentos que aseguran la permanencia de la unidad nacional?
Renan sostiene que actualmente las religiones no son un factor de cohesión social, dada la pluralidad de credos existente en la mayoría de países, con lo cual, este factor también quedaría descartado como garante de la permanencia de la unidad nacional.
En cuanto a los intereses, afirma que aunque es, con seguridad, un lazo poderoso entre los hombres, no basta para producir una nación. La comunidad de intereses produce los tratados de comercio. Hay en la nacionalidad un lado sentimental; ella es alma y cuerpo a la vez; un Zollverein no es una patria.
Respecto a la geografía, lo que se llama las fronteras naturales, contribuye considerablemente por cierto en la división de las naciones. La geografía es uno de los factores esenciales de la historia. Los ríos han conducido a las razas; las montañas las han detenido. “[…] No, no es la tierra más que la raza lo que hace una nación. La tierra suministra el substrato, el campo de la lucha y del trabajo; el hombre suministra el alma. El hombre es todo en la formación de esta cosa sagrada que se llama un pueblo. Nada material basta para ello. Una nación es un principio espiritual, resultante de las complicaciones profundas de la historia, una familia espiritual, no un grupo determinado por la configuración del suelo”
¿Cuáles son, según el autor, “las dos cosas” que se necesitan para mantener unida una nación? ¿Cómo se combinan, según el autor, ambas cosas?
“Una nación es un alma, un principio espiritual”. Una nación es una gran solidaridad, constituida por el sentimiento de los sacrificios que se ha hecho y de aquellos que todavía se está dispuesto a hacer. Supone un pasado; sin embargo, se resume en el presente por un hecho tangible: el consentimiento, el deseo claramente expresado de continuar la vida común
¿Cuál es tu opinión al respecto? ¿Estás de acuerdo con el autor, o crees que hacen falta elementos culturales (una lengua común, por ejemplo, o costumbres compartidas, etc.) para garantizar la unidad de una nación?
Las naciones son creaciones artificiales del ser humano. Sin embargo, cumplen un papel fundamental, dado que han existido desde siempre. El hombre ha sentido la necesidad de reconocerse en un grupo social, ha creado banderas, establecido fronteras y sellado pactos con otros grupos. Desde el principio de la historia hasta hoy. Incluso en la creación fílmica y literaria encontramos estos grupos sociales diferenciados.
Sin embargo, una vez trascendida la frontera de la tribu y de la supervivencia en el neolítico, cuando empiezan a surgir las civilizaciones pre-clásicas y clásicas, el concepto de nación va cambiando sustancialmente y de forma continuada. Desde los sometimientos a los grandes imperios hasta la fragmentación en unidades menores y al posterior nacimiento de los Estados como hoy los conocemos.
Hasta hace relativamente poco, los estados no eran sino el cortijo del soberano de turno, y era la misma figura del monarca la que aglutinaba a la población y garantizaba la permanencia de la nación en el tiempo. Hoy día sin embargo, han desaparecido los grandes aglutinadores sociales.
A título personal, no soy capaz de concebir una nación que no tenga una cultura común, entiéndase como unas tradiciones, una lengua... Elementos de cohesión social. Sin embargo, la existencia de tales elementos, aunque pueda ser base para la existencia de una nación, no lo es, necesariamente, de la existencia de un Estado.
Que los individuos de una nación la perpetúen en el tiempo dependerá de la vinculación que tengan como grupo, por lo que la existencia de elementos comunes (repetimos, lengua, cultura... ) como los símbolos, ayudarán a la identificación del sujeto con el grupo, y, por consiguiente, a la unidad de la nación en el tiempo.
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